«Me duele.»
Si el corazón no se estremece con nuestra realidad cristiana hasta el punto de hacernos salir de nuestros hogares en busca de los perdidos significa que no estamos listos para hacer algo por cambiarla.
Quizás, y solo quizás, esta canción nos sirva para que algunos de nosotros empecemos a dar un ejemplo simple pero efectivo como el de Jesús y dediquemos nuestras mejores horas a buscar y discipular a aquellos por quienes Él murió.
Me duele este tiempo que pasa
me duele la excusa barata
me duele el silencio que esconde
tesoros al alma quebrada.
CORO
Me duele el mensaje encerrado
me duele el silencio cristiano
me duele que si Él lo dio todo
Nosotros miremos que damos.
Me duele cantar en la iglesia
que Cristo vino a salvarnos
si cuando salimos afuera
todos nosotros callamos.
Me duele la falta de ganas
me duele el mandato olvidado
me duele tanta indiferencia
a aquél que decimos que amamos.
Me duele la luz escondida
me duele el mensaje callado
me duele la semilla guardada
que no dará el fruto esperado.
Me duele el ejemplo incoherente
de aquél que vive afirmando
que Cristo puso amor en su vida
y no puede amar al hermano.
Si el Padre pidió a Jesucristo
obediencia en subir al Calvario
que poco ha querido pedirnos
que demos el mensaje cristiano.
Dios quiera que al meditar en esta canción no te quedes solo en la reflexión o en la emoción y alcances el escalón de las acciones, o sea el escalón desde el cual podemos decir que hemos obedecido.
«El que me ama, guarda mis mandamientos»
Tito Robert (Pastor)