Cada uno encierra diferentes motivos que frenan el crecimiento de la Iglesia.
Creo que la Biblia nos brinda numerosos ejemplos de este tema pero para integrar a quienes puedan pensar que aquí hay solo principios de administración humanos voy a agregar ejemplos bíblicos de cada punto.
1) Falta de Planificación. ¿Qué hago? Nehemias 2.5 «La reedificaré» El capitulo dos entero es un ejemplo de una planificación estudiada y organizada para alcanzar un objetivo para Dios.
2) Falta de acompañamiento al intentar implementar en la práctica. ¿Cómo lo hago? Jesús y sus discípulos, Bernabé y Pablo, Pablo y Timoteo, etc
3) Falta de evaluación. ¿Cómo sé que estoy avanzando? Pablo nos «examínense» como principio de mejora continua en todo lo que somos y hacemos en la Obra de Dios.
4) Falta de continuidad o desenfoque de las tareas. ¿Cómo mantengo el enfoque? La idea de perseverar se extiende por toda la Biblia y se alcanza en grandes porcentajes cuando uno trabaja unido a otras personas. El 99 % de las personas que dejan de perseverar en algo y pierden su enfoque es porque se aíslan.
Ampliemos…
1) Falta de Planificación. ¿Qué hago?
En algunos casos la falta de crecimiento tiene su origen en que no ofrecemos una planificación ordenada de lo que intentamos hacer.
Ofrecer a nuestras iglesias una planificación organizada hacia el futuro genera el clima adecuado para que los miembros sepan los objetivos de la Iglesia, su plan de acción para lograr esos objetivos y descubran como ellos pueden realizar aportes personales significativos para alcanzarlos.
Gran parte de lo que los pastores interpretamos como “pasividad” o “falta de compromiso” tiene su origen en que los miembros no reciben dirección clara acerca de lo que se espera de ellos.
Cuando nuestra dirección consiste en pasar de un programa a otro, o llenar nuestro calendario de eventos variados los miembros no llegan a entender con claridad que esperamos de ellos y por lo tanto no pueden responder de manera comprometida.
Solución: Una de las características del retiro consiste en confeccionar un Proyecto de Trabajo a 3 años definiendo con claridad “Que haremos como Iglesia” para que todos los miembros que están dispuestos a trabajar encuentren un marco estable y simple para poder hacerlo.
2) Falta de acompañamiento al intentar implementar en la práctica. ¿Cómo lo hago?
Todos nosotros hemos recibido información y capacitación para implementar programas y métodos en nuestras iglesias pero hemos encontrado dificultades para ponerlos a funcionar y alcanzar resultados concretos.
La falta de acompañamiento personal al implementar en la práctica es uno de los factores que ha hecho que los pastores abandonemos los proyectos al encontrar situaciones u obstáculos que no podemos resolver.
Solución: El retiro proveerá la oportunidad de realizar acuerdos con
personas del Ministerio Crecer y otros ministerios para ser
acompañados personalmente en la capacitación de los procesos de
implementación en la medida que cada pastor lo crea necesario.
3) Falta de evaluación. ¿Cómo sé que estoy avanzando?
Mientras en todos los órdenes de la vida consideramos poco serio avanzar en una dirección sin realizar evaluaciones periódicas que nos indiquen que estamos en lo correcto en el plano de nuestro trabajo ministerial las evaluaciones no son una herramienta que utilizamos con regularidad.
En un proceso a largo plazo es imprescindible tener herramientas de evaluación que nos den señales de que estamos avanzando correctamente.
Solución: El retiro proveerá la oportunidad de comprometerse con un
grupo de pastores con quienes usted podrá realizar evaluaciones
bimestrales de su Proyecto de trabajo a fin de medir los avances.
4) Falta de continuidad o desenfoque de las tareas.
¿Cómo mantengo el enfoque?
La falta de continuidad, constancia y el rápido cambio de objetivos y
tareas es uno de los motivos por los cuales no alcanzamos los objetivos
ministeriales que Dios nos da.
Al trabajar generalmente solos, sin necesidad de rendir cuentas de
nuestro trabajo ni de nuestros cambios de rumbo generalmente caemos
en no poder agregarle a nuestros trabajos el condimento de la
regularidad (con lo cual pocas veces vemos el fruto que generalmente
es resultado de procesos regulares) ni nos podemos escapar de
desenfocarnos de las tareas y objetivos que habíamos decidido seguir.
Solución: El retiro proveerá la oportunidad de comprometerse con un
grupo de pastores con quienes usted podrá reunirse bimestralmente a fin
de:
Darle continuidad al Proyecto de trabajo Iniciado.
Rendirnos cuenta de nuestro trabajo.
Reenfocarnos en las tareas y objetivos.
Esto recién empieza.
Ore y sueñe con lo que Dios quiere hacer en su vida y ministerio.
Tito Robert (Pastor)