«Planificando hechos concretos X»
El capitulo cinco de Nehemías con enfrenta con un tema esquivado en el liderazgo.
Siempre que usted este involucrado realmente en intentar alcanzar hechos concretos pasara por momentos que despertaran su enojo.
Es importante dejar aclarado que enojarse no es pecado salvo que este se utilice de manera incorrecta o se instale en nuestro corazon.
Generalmente los enojos aparecen por problemas que el trabajo genera y los versos uno al cinco nos muestran que en todo trabajo surgen problemas que deberemos enfrentar y resolver en la medida de nuestras posiblidades.
El verso seis nos muestra que el enojo (no como habito pero si como reacción frente a determinadas circuntancias) es parte de la vida de un líder. El tema es ¿cómo manejamos el enojo?
¿ Qué hizo Nehemías con su enojo?
Desde el verso siete vemos a Nehemías enfrentar su enojo en el siguiente orden.
Primero medita. Dedicar un tiempo a pensar en las causas verdaderas de nuestro enojo o en el problema que lo generó siempre nos permitirá tener un panorama mas claro que si avanzamos nublados por nuestra furia. A la vez damos tiempo a nuestro espíritu a descubrir porque Dios esta permitiendo esta situación en nuestra vida.
En segundo lugar habla. Si bien es el orden lógico (meditar y luego hablar) generalmente los invertimos y primero decimos lo que queremos expresar y luego pensamos lo que dijimos. Este orden es caraterístico de las personas que están continuamente pidiendo disculpas. Si invertimos el orden seguramente las palabra serán mas adecuadas y bajaran las ocasiones en que tendremos que pedir disculpas.
Habla sin temor no importa quienes estén delante. En otras palabras si hablar es el mismo ante diferentes personas con diferente poder. Así tendríamos que actuar, siendo los mismos y reclamando lo que creemos adecuado aunque las personas que nos escuchan tengan diferente poder. Nada mas triste que ver lideres inclinados ante algunos y soberbios ante otros dependiendo la ocasión.
Nehemías elige expresar en palabras su enojo. (No lo esconde, no lo dice por atrás, no hace un chisme de su enojo, no se encierra con su enojo)
Al asumir nuestro enojo, poder meditar en el, encontrar las palabras justas para expresarlo, enfrentarlo sin temores y encuadrarlo como un componente mas del trabajo que realizamos nos ayudara a ver estas situaciones como de ganancia y no como perdida.
Si hacemos de estas situaciones un tiempo de mejora ya quedan pocas situaciones que puedan afectar el andar de nuestra labor y nos asegura poder dar continuidad de nuestra tarea.
En el verso 16 ya tenemos a un Nehemías repuesto, haciendo su parte como uno mas, en el 19 esta orando a su Dios, todas muestras de que el tiempo de enojo no fue un tiempo de perdidas sino que fue utilizado para mejorar, optimizar y proseguir en busca del objetivo buscado.
Tito Robert (Pastor)