Este es uno de los principios más desafiantes de la obra de Dios.
Dios siempre esta dispuesto a seguir, a avanzar, a bendecir más, a proveer abundantemente, a realizar sus obras sin límite.
Pero el límite que Dios respeta es aquel que esta relacionado con nuestra visión, con las condiciones que creamos para que Él obre, con el espacio que proveemos para su acción en nuestras situaciones y con la disposición que tenemos a las tareas que determinan su obrar.
Nuestro libre albedrío, expresado en nuestras decisiones y ejecutado con nuestras acciones le da el marco al obrar de Dios, no porque Él no pueda hacer más sino porque el dispuso que seamos sus canales.
El relato dice que la viuda dijo a su hijo “Tráeme otras vasijas”. Y el dijo “No hay mas vasijas”. Entonces ceso el aceite.
Dios necesita de vasijas para que su obrar pueda ser ejecutado. Cuando tomamos decisiones acerca de lo que haremos con nuestra vida estamos decidiendo dejar a Dios obrar o no.
El profeta había dicho a la mujer “No traigas pocas” avisándole que si ella no tenia las vasijas disponibles se perdería parte de lo que Dios podría hacer en su vida.
A veces es la falta de visión, a veces vemos que nuestra situación no es la ideal y buscamos a Dios con el solo pensamiento de que nuestra situación mejore, sin darnos cuenta que no solo nos acercamos a quien puede mejorar nuestra situación sino a quien tiene mucho más para darnos de lo que pedimos o entendemos conforme a su propósito.
El error será traer pocas vasijas, el error será conformarse, el error será no haber tenido mas visión de lo que Dios podía hacer, el error nos puede hacer perder la oportunidad de Dios siga obrando en nuestro favor.
El principio indica que este límite lo colocamos nosotros por lo menos de tres maneras:
– Podemos poner límite al obrar de Dios con nuestra fe.
Jesús dice “Si crees, verás”. La Biblia dice que “sin ella” es imposible agradar a Dios y que Dios premia a los que le creen. No es casualidad que los grandes hechos relatados en Hebreos 11 se enmarcan en decisiones y actitudes de fe.
– Podemos poner límite al obrar de Dios con nuestra visión.
Muchas veces buscamos a Dios con fe pero gobernados por nuestra experiencia actual no podemos ver lo que realmente Dios quiere hacer. Nos encontramos como la viuda viendo que la situación cambió pero que el alcance del obrar de Dios podría haber sido mayor si hubiéramos visto mas allá de nuestro día a día. Cuando esto ocurre nos damos cuenta que somos de los que han visto a Dios obrar pero algo nos dice que nos perdimos algo más que Dios quería hacer a través nuestro.
– Podemos poner límite al obrar de Dios por no trabajar lo necesario.
Tal vez el trabajo de búsqueda de vasijas fue cansador y haber obtenido más vasijas requería de esfuerzos extras, de sacrificios, de mayor entrega.
Somos muchos los que nos cansamos de buscar soluciones mágicas para la obra, y ahora sabemos y vemos que Dios obra cada día si estamos dispuestos a trabajar.
Ayer salimos con tres equipos de evangelismo personal en el barrio de Ferrari en el marco de un entrenamiento de Evangelismo Explosivo, la lluvia no impidió que concretemos tres visitas y veamos seis personas aceptar a Cristo como Salvador.
En lo que va de las siete semanas de entrenamiento más de 30 personas han aceptado a Cristo. Uno de los entrenados compartió “Yo siempre pensé que el obrar de Dios vendría de una forma extraordinaria o externa y estoy viendo que el obrar de Dios se realiza en la medida que yo salgo a trabajar”
Cuantas cosas hoy están esperando ser realizadas por Dios y esperamos que Dios lo haga sin darnos cuenta que Dios esta mirando quienes de nosotros estamos dispuestos a buscar vasijas vacías para que Dios siga obrando.
Para que el obrar de Dios no se detenga deberemos buscar vasijas vacías y esto es tarea humana.
Seguro que tu eres alguien a quien Dios le ha llenado varias vasijas.
Tal vez te ha llenado la vasija de la salud, de la capacidad intelectual, de un buen trabajo, de bienes, de familia, de iglesia, de prosperidad, de profesión, de tener tu empresa o cualquier otro aspecto que confirme que Dios nos ha dado todas estas cosas para que las disfrutemos.
Pero el obrar de Dios siempre quiere extenderse y hoy desea a través de tu vida seguir enviando bendición, algunas preguntas podrían ser:
¿Tenés vasijas libres? ¿Te quedarás solo disfrutando las vasijas llenas? ¿Frenarás el obrar de Dios?
Son días claves en el obrar de Dios porque su obrar no esta determinado por su deseo solamente sino por nuestras decisiones. Hombres y mujeres cada día decidimos si su obrar no se detiene.
Nuestras acciones marcan la diferencia. Personalmente sé que si no evangelizo la obra de Dios se detiene, se que si no hago discípulos la obra de Dios se detiene, que si no trabajo para bendecir iglesias la obra se detiene, que si no proyectamos capacitar misioneros la obra se detiene, que si no creemos y no trabajamos día a día para que lo que soñamos suceda la obra se detiene.
Para algunos de nosotros será crecer en fe, para otros ampliar la visión, para muchos realizar el trabajo necesario para que Dios siga obrando.
Que Dios encuentre entre nosotros aquellos que le crean, que aumenten su visión y estén dispuestos a realizar los trabajos necesarios para que su obrar no se detenga.
Él está listo para seguir obrando en tu vida y en tu iglesia.
Dios hoy te dice como al hijo de la viuda “Tráeme otras vasijas”.
Viví para que no te pase nunca esto: Y él dijo “No hay mas vasijas”. Entonces cesó el aceite.
La vasija que puedes poner delante de Dios puede ser tu vida, tu iglesia, una nueva tarea o un gran desafío.
Pero sea lo que sea busca una vasija vacía y tráela delante de Él ahora mismo, Él quiere seguir sorprendiéndote, no detengas su obrar.
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Dios bendiga su vida, familia y ministerio.
Tito Robert
Director del Ministerio Crecer
Telefono: (54 11) 4652 – 5070
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Ministerio Crecer
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