Parte II: Nuestra situación es consecuencia de nuestra acción.
Los verdaderos líderes son aquellos que atraviesan el terreno que los separa de su conquista con honestidad y autocrítica.
Nehemías asume la responsabilidad personal y comunitaria por la situación.
En ningún momento se encuentra un indicio de colocar la responsabilidad de la situación en otras personas que ellos mismos.
Me asombran los pastores con quienes trabajo y que asumen con valor la responsabilidad por sus situaciones, otros delegan esta responsabilidad en sus miembros, en el enemigo o en las circunstancias externas. Solamente el valor de asumir nuestra responsabilidad nos brindará los recursos internos para realizar las acciones necesarias para cambiar la situación.
Nehemías hace énfasis en tres aspectos de su responsabilidad.
En el pecado (vs 1.6), en la corrupción (vs 1.7) y en la falta de obediencia (vs 1.7)
Los tres aspectos nos tocan de cerca, son parte de nuestra problemática y nos desafían a una lucha constante y sin cuartel.
Asumirlos y cambiar son caminos que no tienen atajos si queremos ver cambiar nuestras situaciones.
La falta de obediencia nos toca fundamentalmente y especialmente en el aspecto de las acciones positivas que Dios espera de su pueblo y que no suceden. Mientras nos mantenemos obedientes por “no hacer” ciertas cosas, hacemos agua en la obediencia que se resume en que “el que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado”.
Es mas la acción positiva ausente la que nos coloca en el campo de la falta de obediencia y especialmente si esa falta de obediencia es sobre aquellos mandatos que Jesús prioriza sobre nuestras vidas.
Jesús lo decía cuando afirmaba “El que conmigo no recoge, desparrama” (Mateo 12.30) mostrando que con la falta de acciones positivas y obedientes se estaba trabajando para el enemigo aún sin actuar.
Algunos lo resumen en la frase que dice que “El que no es parte de la solución es parte del problema”, lo cual es cierto si no llevamos esta frase a un extremo.
Si nuestra situación actual es consecuencia de nuestra acción, nuestra situación futura también lo será, por eso el líder propone tres lineamientos.
Volver a Dios, guardar sus mandatos y ponerlos por obra. (vs 1.9)
El significado de volver a Dios lo puede dar solo Dios a cada uno de nosotros ya que cada uno sabe exactamente por que camino se apartó de Dios y en que aspectos. No vuelva por otro camino sino por ése por el cual se fue, así comprende el recorrido la tremenda falta de sentido que ha tenido alejarse de Dios.
Algunos lo hemos hecho en el plano de la ética, otros en el plano de la vida personal con Dios, otros en la práctica de un ministerio de púlpito y no de practicar sus mandatos con la gente, otros viajando a los extremos de la espiritualidad o el dogmatismo, otros simplemente cerrando la mente a la necesidad de actualizarnos para ser relevantes en esta generación, otros escondiéndonos dentro de las cuatro paredes del templo, otros ejerciendo la pastorlatría que inmoviliza a los miembros, otros disfrutando la postmodernidad para concretar sus propias creencias y muchos colocando anestesia local en sus miembros predicándoles lo que ellos quieren escuchar para mantener el trabajo o ampliar la membresía.
Todos sabemos donde nos aprieta el zapato.
Guardar sus mandatos nos desafía a conocerlos, respetarlos y vivirlos. Para que nadie quede alegando obediencia intelectual o sentimental, el líder indica que hay que ponerlos por obra.
Aquí queda claro que nuestra situación refleja nuestros actos y que para cambiar la situación lo primero que deberemos modificar son éstos.
Si mis acciones siguen siendo las mismas lo mas probable es que la situación no se modifique.
Tengo que poder hacer una clara lista de aquellas cosas que no son parte de mi vida, aquellas acciones que deben ser parte de mi semana y no lo son y ajustar fuerte los tornillos en ese sector o nada sucederá.
Las personas y las iglesias cambian cuando sus acciones cambian.
Si una situación de no crecimiento en nuestras iglesias indica falta de salir a predicar y hacer discípulos, las únicas acciones que modificaran esta situación serán exactamente esas, y aquí es donde llegamos al nudo de comprender nuestras situaciones ya que todo otro tipo de acción no molesta a Satanás, pero cuando su pueblo se apresta a realizar las acciones correctas el enemigo trabajará, se movilizará e intentará detenerlo.
Justamente las palabras de Jesús hacia su iglesia “las puertas del hades no prevalecerán contra ella” hablan de una iglesia en posición de ataque y no de defensa. Habla de una iglesia accionando en los mandatos prioritarios de Jesús y no en otras cosas.
Esa iglesia es la que construye una situación acorde a su líder. Una Iglesia que no esta falta de obediencia.
Si podemos caminar en estos pasos en el futuro repasaremos la frase que dice que “nuestra situación es consecuencia de nuestra acción” pero lo haremos para festejar las situaciones de triunfo que nuestro buen Dios nos estará haciendo disfrutar.
¿Cuándo fue la última vez que ganaste una persona para Cristo?
¿Cuándo fue la ultima vez que fuiste a discipular a una persona?
¿Cuándo fue la última vez que hubo bautismos en tu iglesia?
Es hora da cambiar tu situación.
Cambia tus acciones de esta semana, Y Él cambiará tu situación.
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Dios bendiga su vida, familia y ministerio.
Tito Robert
Director del Ministerio Crecer
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