Pocas cosas desaniman mas a un fiel seguidor de Jesucristo que las continuas promesas de cambios reales en nuestra forma de vivir la Iglesia para chocarse una y otra vez con la realidad de que los líderes o la iglesia completa no se animan a movimientos hacia nuevas formas de trabajo que nos guíen al crecimiento.
No es la intención detenernos en las razones de esta falta de atrevimiento de parte de los seguidores de Jesús ya que muchas son conocidas, charladas y hasta adoptadas como valederas.
Nuestro deseo es prender la luz acerca de los cambios reales que se producen en los cimientos de una iglesia cuando está declara trabajar con células.
3 movimientos reales en la vida de una Iglesia que se dirige seriamente a funcionar como una Iglesia de Células
1º) Movimiento de actitud: De «Creer Valores» a «Practicar Valores»
2º) Movimiento de escenario: De «Funcionar en un edificio» a «Funcionar en los hogares»
3º) Movimiento de Enfoque: De «Trabajar con programas» a «Trabajar con Personas»
En este número nos concentramos en el primero de ellos: 1º) Movimiento de Actitud.
De «Creer valores» a «Practicar Valores»
Todos los miembros de las iglesias dicen creer en el evangelismo.
Pero si usted pregunta entre un grupo de líderes «¿quiénes compartieron el evangelio con otra persona la semana anterior?» usted conocerá que eso es solo una buena creencia.
Si usted pregunta cuantos valoran el discipulado personal, todos levantarán su mano.
Pero si usted pregunta «¿quiénes discipularon personalmente la semana anterior?» usted aprenderá que los valores de una persona no son siempre los que declara.
Si usted pregunta cuantos valoran la vida devocional, nadie pasará por poco espiritual.
Pero si usted pregunta «¿Cuántos de ustedes tuvieron un encuentro personal cada día con el Señor que incluya la oración y la lectura de la Biblia en la semana que pasó?» prepárese para escuchar unas cuantas excusas y razones.
Si usted pregunta cuantos cristianos valoran las misiones que alcanzan al perdido todos levantarán su pulgar, pero si usted pregunta «¿cuánto ofrendan mensualmente para sostener misioneros?» usted sentirá que hay algo que no cierra.
El cambio fundamental en la vida de una Iglesia se da cuando un grupo de miembros simplemente empiezan a practicar lo que dicen que creen.
Creo que no es necesario volcar pasajes bíblicos que muestran que lo que Jesús mandó es para ser obedecido (si fuera necesario alcanza con Santiago 1.22)
Mientras muchos usen los mandamientos de Jesús solo como una forma de pensar, otros para emocionarse y algunos para hacer teología Dios seguirá buscando gente simple que haga con esos mandatos lo que Él espera: QUE SE LOS PRACTIQUE.
Las iglesias podemos hablar de renovación o no, podemos incluirnos o excluirnos de ella, lo cierto es que mientras cada uno de nosotros no practiquemos de una manera personal, natural y regular los simples mandatos que Jesús nos dejó (Predicar y hacer discípulos) podemos seguir organizando eventos, cultos de alabanza y mega reuniones, pero no escaparemos de la conclusión que Santiago da.
Si no practicamos sus mandamientos nos engañamos a nosotros mismos. Santiago 1.22
El logro más difícil de alcanzar en una iglesia es que sus miembros practiquen los mandamientos de Jesús.
Los cambios reales en una iglesia comienzan cuando uno, dos o 20 miembros empiezan a vivir los valores de «Vida devocional», «Predicar», «Hacer discípulos», «Vida de célula», etc.
Esto solo sin ninguna estructura que lo sostenga ya trae crecimiento a la iglesia y permite empezar a ver fruto (personas).
En realidad, este movimiento es el cambio real de fondo que sostiene el crecimiento de una iglesia.
Cuando este movimiento se concreta entre los miembros de una iglesia no queda otro horizonte que comenzar a crecer.
Lo invito a mirar de reojo a la iglesia primitiva en Hechos y descubrirá que «sin dinero», «sin materiales», «sin nuestros recursos actuales», «sin adjudicarse renovación alguna» y «sin tener tantos programas, eventos y reuniones» ellos aún hoy nos enseñan cual es el camino del crecimiento constante: Practicar los mandamientos de Jesús.
«todos los días» (Ellos lo hacían regularmente) «en el templo y por las casas» (Ellos iban donde estaban las personas) «no cesaban» (Perseveraban en la misma práctica) «de enseñar de Jesús» (Discipulado personal en hogares) Mateo 28.18-20 «de predicar de Jesús» (Evangelismo Personal en hogares) Marcos 16.15 Hechos 5.42
Estas son algunas preguntas que siempre me inquietaron:
¿Qué razones impiden a la Iglesia hacer algo tan simple?
¿Por qué la Iglesia hace «tantas cosas» que Jesús no mandó?
¿Qué nos impide practicar lo que decimos valorar?
Hoy aún busco respuestas como muchos de ustedes, pero hay una que comienza a afirmarse en mi corazón.
Me parece que todos estos «porque» tienen una misma y gran respuesta.
Creo que el día que la Iglesia deje de «inventar» formas de avanzar y obedezca los simples mandatos de Jesús comenzará a crecer.
Creo que el día que la iglesia se anime a preguntarse ¿Esto que hacemos es lo que Jesús nos mandó? va a recapacitar.
Hasta tal vez se atreva a poner a un costado «tantas cosas» que hoy ocupan su tiempo, dinero y energía y empiece a través de sus miembros a practicar los valores de Jesús, ese día comenzará a crecer.
Creo que el día que un solo miembro se mueva de «Creer valores» a «Practicar valores» la iglesia comenzará a crecer.
El día que la iglesia haga lo que Jesús mandó simplemente crecerá.
Anímese, muévase usted mismo de «creer» a «practicar», desafíe a su gente a moverse de «creer» a «practicar», y descubrirá la diferencia, para usted y para su iglesia.
Un abrazo en Cristo.
Tito Osvaldo Robert.
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