«Planificando hechos concretos I «
La vida de Nehemías es uno de los ejemplos más claros en la Biblia de un hombre que planificó realizar un hecho concreto para la gloria de Dios.
Cada capítulo de este libro nos enseña los principios que podemos seguir para nosotros también, en este tiempo planificar y concretar hechos para la gloria de Dios.
Aprendamos de él. Capítulo 1 de Nehemías.
No podemos ser indiferentes a lo que le pasa al pueblo de Dios.
En el verso 2 vemos a Nehemías inquieto por sus hermanos, no es indiferente. Pregunta (No preguntar es no saber).
La postura de pensar solo en nuestra iglesia o nuestra denominación es incongruente con ser cristiano. No involucrarse era una opción para Nehemías, no dejarse tocar por la noticia también, pero él decide ser parte de la solución en lo que le sucede al pueblo de Dios. Su posición no lo ha hecho lejano a los que están mal. Cada pastor y líder debe estar mirando como ser parte de ayudar a todo el pueblo de Dios a solucionar sus realidades. Vivir en la burbuja de mi iglesia no me permite participar de lo que Dios quiere hacer con su pueblo. Cuando vemos la realidad de iglesias que no crecen, no plantan iglesias (esterilidad) y no envían misioneros (Falta de visión y obediencia) descubrimos que hay mucho por hacer y que ser indiferentes no es una opción que agrade a Dios.
Debemos movilizarnos ante la situación del otro.
En el verso 3 vemos que su motivación comienza en lo que le pasa a las personas. Se ve afectado por la situación del otro. «Me senté, lloré, hice duelo, ayuné, oré delante de Dios» ¿Qué querrá Dios? Es el pueblo de Dios el que vive una situación no deseada, son hermanos que sufren los que necesitan ayuda.
Si no nos vemos afectados por la situación de los demás y nuestros movimientos solo responden a nuestras necesidades, nuestra iglesia, nuestra denominación, nuestro ministerio, estamos caminando el camino del egoísmo.
Nuestra respuesta dependerá de nuestro conocimiento de Dios.
En el verso 5 vemos que Nehemías tiene un conocimiento claro de quien es Dios. Lo llama fuerte, grande, temible, fiel a los acuerdos, misericordioso. Demandante de amor y obediencia a sus mandatos. Cuando no hemos ido a la Biblia para saber quien es Dios y solo nos hemos fabricado un Dios a nuestro criterio a través de nuestras experiencias personales nunca estaremos listos para responder a la altura que Él espera de nosotros.
La oración va de la mano con asumir nuestra responsabilidad.
El verso 6 muestra la oración intensa, la confesión de pecado, el hacerse cargo de su parte en la realidad del pueblo de Dios. Si nuestras oraciones no están acompañadas de asumir nuestra parte estamos solo repitiendo palabras.
Reconocer la omisión es el primer paso para iniciar la acción.
El verso 7 muestra la confesión de pecado de omisión. Falta de obediencia. «No obedecimos lo que nos mandaste hacer». Esto es llegar al fondo de las razones de nuestra realidad. Un pueblo que no obedece los mandatos claros de Dios vive un día a día triste y desalentador porque no puede ver los propósitos de Dios realizados.. Ver que los mandatos básicos de Jesus de evangelizar, hacer discípulos e ir «hasta lo último de la tierra» no son prioridades en la vida de la iglesia demuestra que estamos frente a una situación que debemos cambiar.
Sin reconocer que «sabemos que es lo que tenemos que hacer pero no lo estamos haciendo» no podremos avanzar seriamente.
Volver a Dios es volver a obedecerlo.
El verso 9 muestra que volver a Dios es volver a obedecer. Poner en práctica es el camino. Hacer desde el ser. Actuar movidos por nuestro caracter. Llegar a las acciones por los motivos correctos. No quedarnos en el escalón de los pensamientos o sentimientos. Lo que cambia las cosas son los hechos.
Iniciativa
El verso 11 muestra que mientras Nehemías ora por él y los demás, él decide hacer algo. No depende de lo que hagan los demás. «Concede éxito a tu siervo».
Si vas a ser parte de los que tuercen la historia de la realidad del pueblo de Dios, deberás tener iniciativa. Deberás pensar en qué podés hacer. Deberás saltar la valla de que «hay muchos que no hacen». Deberás vencer el obstáculo de que «quien hace, recibe críticas».
Deberás hacer la diferencia, no por motivos egoístas de tu propia búsqueda del éxito sino por búsqueda de éxito en cambiar la realidad del pueblo de Dios a través de lo que Dios te muestra hacer desde tu lugar.
Podés empezar por vivir personalmente una vida de obediencia, podés guiar a tu célula a duplicarse, podés guiar a tu iglesia al crecimiento, podés iniciar un proyecto de plantar una iglesia en un barrio cercano, podés guiar a tu iglesia a sostener misioneros, podés poner tu vida para servir a otras iglesias, etc.
Dios te lo mostrará con claridad si estás dispuesto.
Conclusión:
Nehemías fue un hombre que planificó un hecho concreto que modificó la vida del pueblo de Dios para bien.
Sus pasos fueron
1) No fue indiferente a lo que le pasaba al pueblo de Dios.
2) Se movilizó ante la situación necesitada de su pueblo.
3) Su respuesta fue de acuerdo a su conocimiento de Dios.
4) Su oración fue de la mano con asumir su responsabilidad en la situación.
5) Reconoció la omisión como un pecado.
6) Entendió que volver a Dios es volver a obedecerlo en la práctica.
7) Tomó la Iniciativa para hacer su parte.
Espero que muchos podamos iniciar el mismo camino.
Que podamos ver como Dios nos usa para realizar hechos concretos que cambien la realidad del pueblo de Dios.
Tito Robert (Pastor)