La transición es uno de los temas que más preocupa a aquellos que quieren mover sus congregaciones a ser una Iglesia de células. Mi intención es sólo compartir como nosotros caminamos esa etapa durante un año hasta llegar a buen puerto. Mientras usted «se sale de la vaina» por iniciar sus células YA, lo invito a reflexionar en esta etapa que es donde se planta la semilla del funcionamiento de una iglesia de células. Tome con paciencia el tiempo para saber exactamente «que está plantando» al mover a su gente a funcionar en células, no vaya a ser que cuando la semilla de su fruto, ahí donde usted prometió rosas aparezcan zapallos. ¿Transición a qué? La primera decisión importante a tomar en una etapa de transición es si usted va a guiar a su gente a ser «una iglesia de células» o «una iglesia con células». La diferencia es simple, una iglesia con células tiene a las células como un programa mas y en una iglesia de células, las células son la columna vertebral de la iglesia y no hay programas que compiten con ellas. De hecho los ministerios (discipulado, evangelismo, oración, servicio, comunión, cuidado pastoral, etc) pasan a funcionar en las células. Hoy en día nosotros hemos relacionado casi todos los aspectos del ministerio con el trabajo de las células, incluso la Plantación de nuevas iglesias. Al iniciar el proceso de transición nos enfrentamos con varias «vacas sagradas», reunión de oración, reunión de evangelismo el domingo por la tarde, campañas de evangelización, reunión de mujeres, etc. (Todas éstas no tienen nada de malo) Ahora, no se le ocurra comentar esto con su iglesia porque será un desempleado más, pero ninguna de estas reuniones existe hace tres años en nuestra iglesia (ni siquiera las campañas) y a pesar de eso nos hemos duplicado dos veces, vamos por la tercera y Dios nos esta permitiendo plantar una nueva iglesia en otro barrio. Lo mejor que puede hacer es ser sincero con su gente y hablar claro, decirle hacia donde quiere ir, no hay peor cosa que una transición oculta, donde usted quiere llevar a su gente donde ellos no quieren ir. Si usted se está decidiendo por una iglesia con células, no va a tener mayores problemas porque se verán a las células como un programa más que servirá el tiempo que Dios lo disponga. Lo que debe saber es que no debe esperar todos los beneficios ni resultados que las células pueden brindar simplemente porque las células no son un programa sino una forma de vivir la iglesia, y como toda forma de vida, la única manera de experimentarla es vivirla a pleno. 8 pasos prácticos de transición: La segunda decisión es qué pasos concretos dar en una transición. Aquí usted debe hacer como Machado (gracias Alfonso) «caminante no hay camino, se hace camino al andar». Compartir lo que hicimos en nuestra iglesia tal vez le sirva para pensar en los pasos que debe dar. Un aspecto a destacar de estos pasos de transición es que son prácticos, no son conceptos sino acciones que usted puede ir implementando hasta llevar a su iglesia a funcionar en células. 1: Enseñanza de Valores: Transmitir mediante todos los medios posibles (mensajes, boletines, reuniones, persona a persona, discipulado, etc) los valores Bíblicos de un cristiano. (Valores básicos: Amor a Dios y al prójimo. Mateo 22.36-39. Para ampliar vea Boletin Crecer Nº2 «Valores») 2: Incorporación y chequeo de Valores: Incorporar la práctica de estos valores (especialmente predicar y discipular) (Empezando por el pastor) y tener un medio (informes escritos u orales) para chequear quienes los practican. 3: Enseñanza de Base Bíblica de células: Enseñar a toda la iglesia de manera clara la Base Bíblica de las células. («Jesús y los hogares», «Pablo y los hogares», «La primera iglesia y los hogares», «¿Para qué tener células?», ¿Por qué tener células?, ¿Cómo es una célula?, ¿Qué se puede lograr con células?) son algunos temas que puede transmitir. (Al final de este boletín puede solicitar gratuitamente «8 lecciones para la trancisión») 4: Pedido de Hogares: Dar oportunidad a los miembros de ofrecer sus Hogares para reuniones de células. Es bueno aclarar que no todos los hogares se abrirán. 5: Selección de Líderes y aprendices: Seleccionar a aquellas personas que practican los valores (Especialmente predicar y discipular) con regularidad e informan a la iglesia.Invitarlos a un encuentro o retiro para mostrarles el trabajo a realizar. 6: Retiro de Líderes y aprendices. Abrir x células: Realizar un retiro o encuentro con las personas seleccionadas y empaparlos del tema. (Manual de Líderes o algo parecido) También en este retiro se pueden tomar la siguientes decisiones: a) Quienes aceptan ser líderes y/o aprendices. b) Cuales son los hogares a abrir. c) Definir los núcleos (grupo de 5 personas) que inicia cada célula. 7: Apertura de células oficiales: De vuelta en la iglesia, es bueno tener una reunión de lanzamiento de las células donde los grupos se junten y oren por el trabajo que inician. (Use la creatividad para que éste sea un momento que marque a su gente). También puede colocar en su cartelera un afiche bien grande de las células que se abren, con su día, hora, dirección, líder y anfitriones. Si se anima puede poner cada semana la asistencia para desafiar a cada célula y mostrar a toda la iglesia el crecimiento de cada una. 8: Entrenamiento semanal de Líderes y aprendices: Es imprescindible establecer un día de entrenamiento semanal donde el pastor y los líderes se reúnen con estos fines: Evaluación, corrección, diálogo, aliento y visión. Estos pasos no solo son útiles en la transición sino que nos han servido de guía continua en nuestro trabajo para seguir creciendo. Los ocho pasos forman un proceso simple basado en el trabajo personal de cada miembro. Este proceso pone a todos los miembros con las mismas oportunidades de servir y trabajar para el Señor. Mi deseo es que Dios le permita andar el tiempo de transición con la confianza puesta en Señor que dice «Mis ojos están puestos en ti, Yo te daré instrucciones, te daré consejos, te enseñaré el camino que debes seguir.» (Salmos 32.8)
Un abrazo en Cristo.
Tito Osvaldo Robert.(Pastor)