Más de 6.912 lenguas que se hablan en el mundo, más de 250.000 especies de plantas conocidas y más de 30 millones de especies de animales sobre la tierra hablan de manera clara de una de las características de Dios que debemos desarrollar como sus hijos y utilizar sin temores en nuestro liderazgo.
Hablamos de la diversidad. Dios creo el universo, el hombre, los animales y las plantas utilizando esta preciosa característica y aplicándola sin temor.
Es un hecho notable que Jesús no haya dejado normas fijas para realizar los mandatos de “IR y predicar”, IR y hacer discípulos” y “Ser testigos hasta lo ultimo de la tierra”.
El mensaje es claro, podemos utilizar toda la diversidad de formas para intentar obedecerlos. Si Jesús hubiera dejado un solo indicio de “COMO” concretar la obediencia a estos mandatos todos los cristianos estarían atrapados en sus normas. Aun así muchos de nosotros luchamos con la forma de hacer las cosas, mantenemos incluso los mismos patrones de hace años y algunos hasta llevan el peso de sentir que son infieles si realizan las cosas en una forma diferente a la que fue realizada en el pasado.
Cada cristiano esta autorizado por Jesús (La cabeza de la iglesia), quien nos hizo los regalos del libre albedrio y de la responsabilidad personal de pensar (el juicio final es personal, “a cada uno le será dado”), a decidir como hace las cosas para Dios y como responde a la misión en su generación. Repetir lo que hacemos como lo hicieron otros, no nos quita responsabilidad, renovar las formas en que hacemos las cosas es imprescindible en un mundo que cambia día a día.
Los empleados de la parábola de los talentos justamente son desafiados a usar las formas que quieran, tienen libertad de acción, pueden utilizar la diversidad para intentar todas las formas posibles de desarrollar el trabajo que se les asigno, la parábola parece dejar la lección de que lo único que no se les acepta es “tener miedo”, porque el miedo demuestra “falta de fe” y sin ella es “imposible agradar a Dios”. El que quiera estar a la altura de lo que Dios nos encargo deberá arriesgar, intentar, fracasar, volver a intentar, usar diversas formas, encontrar la que funcione y alcanzar los desafíos que el jefe nos ha asignado.
Solo en la libertad y riesgo de intentar hacer lo mejor para El nos acercaremos a poder lograr grandes cosas para Dios. La opción de la pasividad, el temor, la repetición de las decisiones de otros, el quedarnos quietos y ver como se te van los días sin ver a Dios obrar por tu falta de riesgo terminara matando tu fe.
Que nada te detenga, que uses la diversidad para encontrar la forma actual en que como cristiano puedas ser relevante, hacer tu parte en este mundo y poder estar listo para presentarte ante Dios como aprobado.
Estudios Basados en el Libro “La fe cristiana frente a los desafíos contemporáneos” de John Stott
Tito Robert
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