Al pensar que escribo para líderes cristianos el titulo parece inapropiado. Si usted es líder cristiano se supone que cree, pero el titulo apunta no a creer en Dios sino en creerle a Dios.
En los primeros pasos del hombre en la tierra se podría decir que el primer error que Adán comete es “dudar de Dios”. El astuto enemigo lo presenta con esta pregunta ¿Es verdad que Dios dijo…?.
Lo que el enemigo instalo en el corazón del hombre es la duda sobre lo que Dios dijo, toda astucia, el enemigo sabe que si cuestiona a Dios lo echaríamos, pero el enemigo acepta su existencia, solo instala la duda en algo menor, en el hecho de si lo que Dios dijo es realmente así.
La sutileza lleva al hombre y la mujer a reflexionar sobre el tema y a aceptar que tal vez no sea tan así, tal vez lo que Dios dijo no tiene que se tomado en forma tan rígida.
Esta duda no solo trajo a la humanidad donde esta sino que nos aleja hoy de experimentar a Dios.
La gran diferencia entre creer en Dios y creerle a Dios radica en que cuando le creemos a Dios basados en creer en Dios esa fe se transforma en acciones relevantes que producen resultados.
Son muchos los pasajes que demuestran que si uno se levanta hoy creyéndole a Dios, El hará cosas grandes. Mientras mi creencia en Dios me da firmeza y seguridad de propósito y vida eterna, el creerle a Dios es el desafío de poner en juego nuestra fe para ver que hará El hoy.
Son los desafíos diarios y semanales de creerle a Dios en cosas concretas, en hechos que queremos ver realizados, en acciones que debemos ejecutar, en objetivos que hay que alcanzar lo que desarrolla el musculo de nuestra fe, nos acerca a cumplir su propósito y nos abre la puerta a desafíos mayores.
Para agradarlo, Hebreos 11.6 dice que primero tiene que estar el creer en Dios para poder entonces desarrollar nuestro creerle a Dios.
Dios busca en quienes mostrar su poder (2da Crónicas 16.9) y seguramente lo concretara en aquellos que aparte de creer en Dios, se animan a creerle a Dios.
Según Santiago la fe se ve por las acciones y una creencia en Dios debería ir acompañada de acciones ejecutadas y hechos concretos alcanzados que demuestren que le creemos a Dios.
Duramente Santiago dice que una fe o una creencia sin hechos para contar es una creencia o una fe muerta.
¿En que le estas creyendo a Dios hoy? ¿Cuál es el acontecimiento que tienes por delante que estas esperando se concrete para ver a Dios activo en tu vida? ¿Cuándo fue la última vez que Dios te respondió una oración sobre algo concreto? Si te animas a buscarlo y soñar planes para El seguramente te sorprenderá ya que esta a la búsqueda de hombres y mujeres que aparte de creer en El, le crean a El.
Tito Robert
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