Hemos visto como el trabajo con Células brinda soluciones simples a problemas históricos de la iglesia.
1) Los Dones o Regalos espirituales: El enfoque ha estado principalmente centrado en los regalos públicos.
No hemos animado, ni enseñado, ni brindado el lugar apropiado donde los miembros puedan compartir sus regalos
espirituales «unos a otros» para construir así la iglesia de Dios. Las células proveen del lugar íntimo, participativo e
informal donde los miembros pueden usar sus dones ampliamente. (1ra Corintios 14.26)
2) Evangelización: Hemos enseñado a las personas a invitar o traer alguien a un programa de la iglesia, y no a vivir
diariamente en una conducta abierta a los no-cristianos para fomentar posibilidades de compartir el evangelio.
Las células permiten acercar la Iglesia (grupo de cristianos) a los vecinos y amigos de una manera natural y
espontánea. (Hechos 5.42)
3) El cuidado personal de los miembros: Históricamente esto es trabajo al pastor. Pero no es bíblico ni realista que
esta sea «su» responsabilidad y sí es bíblico y realista que esta es una responsabilidad de todos los miembros de la
iglesia, ellos sí podrán (unos a otros) proporcionar el cuidado de calidad que todas y cada una las personas se merecen.
4) Descentralizar: El punto central de «el sacerdocio de todos los creyentes» de Lutero es que ES EL MÉTODO
elegido por Dios para la edificación y extensión de su reino. Pero la Iglesia no ha ofrecido el «lugar adecuado»
para que este sacerdocio sea ejercitado. Queda claro que si “sacerdotes” son los que están entre Dios y el pueblo,
los cristianos deben asumir este rol desde sus lugares habituales y no desde un edificio, ya que los no-cristianos
no están en nuestro edificio sino fuera de él. Debemos encontrar la forma de «llevar» a «la iglesia» cerca de la gente,
de una manera más PERSONAL, INFORMAL Y SIMPLE.
Una vez que los miembros encuentran la libertad para ejercer su ministerio de manera natural y espontánea en
sus barrios nos acercamos a la realidad de la que Pablo habla en Efesios donde Jesús, cabeza de la Iglesia
puede desplegar toda su plenitud utilizando a cada cristiano para extender el evangelio.
Dios, colocó todo bajo sus pies, y lo constituyó Cabeza de la Iglesia. Ella (La Iglesia) es su cuerpo y
en ella despliega su plenitud Él que lo llena todo en todos. Efesios 1.22-23
Tito Robert