En uno de los emails que recibí esta semana venía esta historia:
Hace una decena de años la Harvard Business School de Massachusetts USA hizo un estudio de los ex-alumnos que habían terminado sus estudios en esa universidad, diez años antes, para evaluar cual había sido la trayectoria de sus carreras profesionales, en esos años posteriores a su
graduación.
Descubrieron que sólo el 11% de esos estudiantes habían logrado alcanzar las expectativas que ellos tenían cuando se habían preparado. Pero el dato mas sorprendente fue descubrir que HABÍA UNA CLAVE COMÚN, que se repetía en cada uno de esos ex-alumnos que habían alcanzado las expectativas que tenían ¿Sabés lo que tenían en común
todos esos ex-alumnos ?…
Pues que todos
HABÍAN PUESTO POR ESCRITO SUS OBJETIVOS
Y HABÍAN ELABORADO UN PLAN DE ACCIÓN PARA ALCANZAR ESOS OBJETIVOS.
Sin entrar en una discusión sobre el uso de los principios de administración en la Iglesia, en la cual unos los sobrevaloran por sobre los mandatos de Cristo mismo y otros los desvalorizan porque son de hombres, (en este caso es bueno recordar que la lamparita de luz también es de hombres y todos las seguimos usando), quiero traer a nuestra mente que antes de que se creara la Carrera de Administración de Empresas sucedían cosas como estas:
Moisés aceptó el objetivo de sacar el pueblo de Egipto y Dios preparó un plan de acción por demás ecológico y efectivo para sacar a su pueblo que Moisés obedeció hasta cuando no entendió lo que pasaba cuando se encontró de cara a la playa con todo su pueblo y no precisamente de vacaciones.
Josué aceptó el objetivo de conquistar Jericó y siguió un plan de acción exactamente como Dios se lo mandó a pesar de las criticas de sus soldados que dieron las siete vueltas desfilando aclarándole a Josué que ellos eran soldados y no empleados de Pancho Dotto.
Nehemias aceptó el objetivo de reconstruir la ciudad de Dios por medio de un plan de acción que planificó detenidamente y donde todo el pueblo participó cumpliendo el objetivo en el tiempo exacto que había pensado.
¿Para qué seguir con ejemplos?
Esta claro (Efesios 1,2 y 3) que hasta Dios tuvo un objetivo para nuestra vida y tejió un plan desde antes de que empezáramos a hacer renegar a nuestros padres para que seamos para su Gloria.
Si Él lleva a cabo sus objetivos mediante planes preparados con anterioridad y en un marco de proyección futura que a veces no llegamos a comprender, cuanto más nosotros que solo pasaremos a lo sumo 90 años en esta vida tendríamos que planificar con seriedad lo que haremos en los próximos 3 años en nuestras Iglesias.
¿Tenés Ya un plan preparado en oración para tu Iglesia para los próximos años?
Soy consciente de que elaborar un Plan puede parecer complicado y en
la mayoría de los casos, es fácil que no hayas tenido el tiempo y la guía correcta para elaborarlo…
Seguramente aparecen las preguntas
¿Por dónde empezar?
¿Qué Pasos Seguir?
¿Qué es lo que vale y que no?
¿Cómo saber si estás haciendo lo correcto?
¿Cómo evitar los errores?
Quiero agregar un hecho bíblico que acentúa aún mas la importancia de estos dos pasos, Moisés, Josué, Nehemías y muchos otros hombres de Dios lograron alcanzar las expectativas que tenían en cuanto a lo que Dios esperaba de ellos.
Estoy seguro que Dios desea que vos también veas en tu Iglesia cumplidas sus expectativas que seguramente incluirán las tuyas.
Seguramente vos ya sabes si Dios te ha dado la capacidad de realizar solo esta planificación y oramos que Dios te clarifique
Los objetivos de Dios para tu Iglesia y El plan de acción necesario para alcanzar esos objetivos.
Pero también la Biblia nos habla de que en la multitud de consejeros esta la sabiduría, por lo tanto tal vez algunos necesitemos ayuda para realizar este ejercicio. Si fuera así te dejo la invitación para el Retiro de Noviembre donde un grupo de pastores de distintas denominaciones nos reuniremos a elaborar cada uno individualmente pero con la ayuda de los demás un Proyecto de trabajo a tres años para nuestras Iglesias.
Este proyecto esta basado en guiar a nuestros miembros a incorporar los procesos de:
Vivir los Valores de Dios.
Practicar el evangelismo y discipulado personal
Incorporar Células en nuestra congregación y
Comenzar a sostener Misioneros en obediencia a Hechos 1.8.
Si te sirve te esperamos, si no te hace falta damos gloria a Dios.
Lo que vale es que todos podamos seguir viendo a Dios a través de nuestras vidas e iglesias cumplir su propósito de que su reino se extienda hasta que Él venga.
Tito Robert (Pastor)