Cambio de Conducta.
El cambio fundamental en la vida de una iglesia se da cuando un grupo de miembros simplemente empiezan a practicar lo que dicen que creen. Creo que no es necesario volcar pasajes bíblicos que muestran que lo que Jesús mandó es para ser obedecido. (si fuera necesario alcana con Santiago 1.22). Mientras se usen los mandamientos de Jesús sólo como una forma de pensar, otros para emocionarse y algunos para hacer teología,
Dios seguirá buscando gente simple que haga con esos mandatos lo que él espera: que se los practique.
Las iglesias podemos hablar de renovación o no, podemos incluirnos o excluirnos de ella, lo cierto es que mientras cada uno de nosotros no practiquemos de una manera personal, natural y regular los simples mandatos que Jesús nos dejó (predicar y hacer discípulos) podemos seguir organizando eventos, cultos de alabanza y mega reuniones, pero no escaparemos de la conclusión que Santiago da. Si no practicamos sus mandamientos nos engañamos a nosotros mismos. Santiago 1.22
El logro más difícil de alcanzar en una iglesia es que sus miembros practiquen los mandamientos de Jesús.
Los cambios reales en una iglesia comienzan cuando uno, dos o 20 miembros empiezan a vivir los valores de «Vida devocional», «predicar», «hacer discípulos», «vida de célula», etc Esto sólo sin ninguna estructura que lo sostenga ya trae crecimiento a la iglesia y permite empezar a ver fruto (personas). En realidad, este movimiento es el cambio real de fondo que sostiene el crecimiento de una iglesia. Cuando este movimiento se concreta entre los miembros de una iglesia no queda otro horizonte que comenzar a crecer.
Lo invito a mirar a la iglesia primitiva en Hechos y descubrirá que «sin dinero», «sin materiales», «sin nuestros recursos actuales», «sin adjudicarse renovación alguna» y «sin tener tantos programas, eventos y reuniones» ellos aún hoy nos enseñan cual es el camino del crecimiento constante: Practicar los mandamientos de Jesús.
Oración: Señor, quiero ser uno de los que no son solo oidores sino hacedores de tu palabra.