Como líderes de célula, líderes en la iglesia en distintos ministerios, es importante desarrollar en nuestra personalidad cualidades, extraídas de la Palabra de Dios, que nos capacitan para llevar adelante la tarea junto a nuestro grupo.
Vemos en el ejemplo de la vida de Nehemías algunas de las cualidades que deseamos ver encarnadas en los líderes de iglesia:
• Siente la carga de servir a Dios y al pueblo de Dios
• Su guía y dirección siempre viene Dios (la busca en oración, recurre y depende de Él)
• Tiene claro lo que desea hacer (planifica hechos concretos)
• Participa personalmente en la tarea (no lidera a la distancia)
• Puede definir el tiempo que empleará en la tarea que se propone realizar (lo que implica que tiene claro los pasos que incluye esa tarea).
Estas cualidades colaboran para que el liderazgo en la iglesia sea claro y motivador para el grupo o personas que le acompañan. A la vez combina aspectos espirituales (carga por servir a Dios y a las personas, dependencia de Dios) con aspectos concretos y prácticos como definir el objetivo a alcanzar (por ej.: visitar 1 persona cada semana y presentarle el evangelio), participar en la tarea (cumplir la parte que le corresponde para que los demás sigan su ejemplo) y apuntar a un tiempo para realizar y concluir la tarea (por ej.: comprometernos a orar y ofrendar durante 1 año para un matrimonio de misioneros).
Al buscar mejorar la forma de servir a Dios y a las personas necesitamos ser conscientes y realistas de lo que hacemos y como lo hacemos. Como líderes de célula tenemos la responsabilidad de transmitir con claridad y convicción lo que vamos a hacer, de que forma y en que tiempo.