Doce palabras.
Siempre admiré a Jesús por su claridad, su amplitud d su visión y su capacidad de síntesis. Sus palabras son en definitiva palabras para ser obedecidas. Tal vez hemos estado cayendo en alguna trampa que nos ha llevado a dedicarnos a «hacer teología» con palabras que Jesús en vez de simplemente “ponerlas en práctica”. En cierta ocasión Jesús resumió para sus seguidores (para aquellos que quieren obedecer más y hablar menos) el propósito de su iglesia en doce palabras. Esas palabras encierran el remedio a muchas de las enfermedades de la iglesia de hoy.
Mire que simple que El lo definió. Id es el remedio a la inacción y la apatía. Por todo el mundo es el remedio al egocentrismo y a atendernos a nosotros mismos. Y predicad es el remedio a la falta de objetivos de nuestra misión. El evangelio es el remedio a errar la temática y a toda criatura es el
remedio a la discriminación.
¿Cuáles han sido las actitudes o respuestas de la iglesia a cada una de éstas palabras de Jesús?
En vez de ir esperamos. En vez de mirar todo el mundo miramos nuestra iglesia. En vez de predicar buscamos opciones. En vez de hablar del evangelio hablamos de temas de moda o que le gustan a los oyentes. En vez de is a toda criatura discriminamos el evangelio y a las personas.
Intentemos siempre seguir el consejo de la Palabra de Dios (1ra Timoteo 6.3) de «conformarnos a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo».
Si lo intentamos estaremos menos expuestos a la constante pregunta que él nos hace en Lucas 6.46.
¿Por qué me llaman Señor, si no hacen lo que yo les digo? Jesús ha declarado que tu iglesia tendría un alcance mundial. Es tiempo de que empecemos a creerle. ¿Qué harás?
Oración: Señor, Quiero ser parte de los que te creen y viven de acuerdo a tus mandatos. Ayúdame a hacerlo así desde hoy.