El camino esquivado.
Dar el ejemplo es “el camino esquivado». Si le parece que a este pensamiento le está faltando base bíblica piense en que Jesús para empezar a edificar su iglesia tomó doce hombres y se dedico tres años y medio con su ejemplo a modificar sus valores personales y cuando ellos estuvieron listos, su iglesia despegó. Por si esto fuera poco nos dejó dicho «Ejemplo os he dado”. No se asuste, ore al Señor, busque cuatro o cinco miembros que Dios coloque en su corazón, un hogar dispuesto a abrirse cada semana y comience, habrá dado el primer paso en serio en el camino adecuado. Ni Jesús mismo siendo el hijo de Dios, se excluyó de la responsabilidad de modelar el ministerio para sus seguidores. Toda persona que se autoexcluye de modelar los valores de evangelizar y discipular personalmente para sus miembros desata dos actitudes que determinan la respuesta de sus miembros.
En primer lugar autoriza a todos los otros cristianos a autoexcluirse alegando cada uno de ellos diferentes funciones que deben atender dentro del cuerpo de Cristo así como el pastor esta declarando que su función es pastorear.
En segundo lugar, sus miembros no puede ver el modelo en la práctica, por lo tanto el resultado será que ellos no lo practicarán. Surge la pregunta: Si desde el pastor hacia abajo cada uno de nosotros podemos excluirnos de evangelizar y discipular alegando que nuestras funciones en el cuerpo de Cristo son otras.
¿Para quienes son entonces las ordenes de evangelizar y discipular?
Nuestra confusión o el engaño del enemigo alcanzan su máxima expresión cuando nos damos cuenta que justamente quedan sin realizarse en nuestras iglesias aquellas premisas que eran primordiales para Jesús. ¿Por qué no repetimos el ministerio de Jesús? El fue llamado por Dios para rescatar hombres del pecado.