En mi camino de cinco años como ministro, he enfrentado una realidad común en muchas iglesias: la lista de miembros apenas varía a pesar de los esfuerzos. Ya sean 20, 40, 80 o 100 miembros iniciales, los números pueden cambiar, pero la conclusión es la misma. Remontándonos a 1998, me encontraba en la misma búsqueda que tú, tratando de entender cómo romper este patrón. En medio de esta búsqueda, recibí la oportunidad de ser Pastor en la Iglesia Bautista Comunitaria de Ciudad Madero, una iglesia con 27 años de historia y una urgente necesidad de crecimiento.

El deseo de experimentar un significativo crecimiento en la Iglesia es algo compartido por muchos líderes y pastores. Sin embargo, enfrentamos un desafío persistente: ¿cómo romper la inercia de ser «siempre los mismos»? Mi experiencia en la Iglesia Bautista Comunitaria me mostró que había una manera de superar este obstáculo y transformar nuestra comunidad.

La búsqueda de soluciones nos llevó a una estrategia que demostró ser un catalizador poderoso para el cambio: El poder de las Células. En la actualidad, es común escuchar sobre las células en las iglesias, pero es crucial comprender su significado y potencial. Al abordar preguntas fundamentales como «¿Qué es una célula?» y «¿Por qué necesitamos células?«, descubrimos que esta estrategia iba más allá de la simple moda y realmente ofrecía una forma efectiva de abordar el crecimiento.

El primer paso en la implementación de las células fue el cambio de mentalidad. Nos dimos cuenta de que para experimentar un crecimiento significativo, debíamos estar dispuestos a cambiar nuestros valores, actitudes, prioridades y acciones. A medida que asumimos este compromiso, comenzamos a ver resultados sorprendentes.

A lo largo de tres años y medio de trabajo constante, fuimos testigos de una transformación profunda en nuestra iglesia. Los números no contaban toda la historia. Lo que realmente importaba era la riqueza que obtuvimos durante el proceso de cambio. No solo habíamos experimentado crecimiento numérico, sino también un crecimiento en nuestros valores, actitudes, prioridades y acciones.

Si bien las células se han convertido en una palabra de moda en muchas iglesias, la implementación efectiva va mucho más allá de simplemente adoptar un término nuevo. Es esencial entender que las células son una herramienta, pero solo son efectivas cuando se integran en una estrategia más amplia de cambio y crecimiento.

Después de años de dedicación a esta estrategia, nuestras expectativas se han cumplido gracias al poder de las células . Hemos sido testigos de un cambio tangible en nuestra iglesia, y nuestra visión es que esta transformación continuará en los años venideros. Las células no son solo una solución a corto plazo, sino un camino sostenible hacia un crecimiento más profundo y significativo de la Iglesia hoy en dia!.

El viaje desde la monotonía hasta el crecimiento en la iglesia es desafiante pero sumamente gratificante. Mi experiencia en la Iglesia Bautista Comunitaria de Ciudad Madero me ha enseñado que las células no son solo un término de moda, sino una estrategia efectiva para desencadenar el cambio. Sin embargo, para aprovechar al máximo esta estrategia, debemos estar dispuestos a cambiar desde adentro. Las células son solo una herramienta; el verdadero cambio ocurre cuando nos comprometemos a transformar nuestros valores, actitudes, prioridades y acciones.

• Para obtener más información sobre esta estrategia y el poder de las células y su implementación efectiva, accede a nuestra area de Recursos para Celulas.
• Si deseas compartir tus propias experiencias o hacer preguntas sobre cómo implementar las células en tu iglesia, no dudes en contactarnos.