La Biblia dice: “Te bendeciré… y serás bendición”… ¿Cómo se aplica esta palabra a nuestra iglesia? ¿Cuándo somos de bendición como iglesia? ¿Qué es ser de bendición como iglesia?
La mayor bendición que hemos recibido de Dios es la entrega de su único hijo para transformar nuestras vidas. Y Dios desea que nosotros traslademos esa bendición que hemos recibido.
¿Cuál será la mejor forma de hacerlo?
Muchas veces desarrollamos tareas como preparar ropa para dar, bolsas de alimentos, etc.etc. y no es que estas tareas estén mal, pero lo más importante que podemos hacer para ser de bendición es dar lo que hemos recibido: nueva vida.
Lo más precioso que tenemos para dar como bendición a los que nos rodean es compartir el evangelio, el mensaje de amor y perdón de Dios que transforma la vida.
Dios nos sigue bendiciendo, sigue acercando a nuestras iglesias, células, lugares donde nos desempeñamos a diario personas necesitadas de Él y ¿cuál es nuestra repuesta? Escuchamos, ayudamos, acompañamos pero no vamos al centro del problema. Para eso esperamos otro momento, más adelante, cuando la persona esté más abierta … y sin darnos cuenta dejamos pasar la oportunidad de bendecir con la bendición más grande que tenemos.
Si ud. esta enfermo de gravedad ¿prefiere que le ordenen reposo, que le den un calmante para lo que le duele, que le sugieran esperar un tiempo o elige de entrada, aunque le cueste, recibir la medicación específica para su enfermedad?
Cuando estamos desenfocados de la prioridad de alcanzar al perdido, cuando involucrarnos hoy implica más compromiso de nuestra parte, o quizás por otras razones no damos fruto porque lo primero queda relegado.
Dios es fiel, Dios nos bendijo, Dios nos sigue bendiciendo y es para que nosotros, su iglesia también seamos de bendición.