Porque así dijo el Santo y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y el humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. Isaías 57.15
La iglesia debe expresar la naturaleza de Dios.
La idea de trabajar en grupos pequeños encuentra sus bases teológicas en dos ideas muy simples:
En Génesis 1.26 encontramos la palabra “hagamos”, la cual Dios mismo utiliza para referirse a él mismo no como una individualidad sino como un grupo de tres personas que trabajan juntas para un fin.
En Juan 14.23 Jesús repite la idea al referirse a su trabajo en nuestras vidas utilizando la palabra “vendremos”. Este funcionamiento en grupo en el que conviven la unidad y la diversidad, potenciando tanto la individualidad de cada participante como así también la eficacia del grupo evidentemente está en la esencia de Dios mismo. Los grupos pequeños están el corazón de Dios y deberían estar en el corazón de su iglesia. En Isaías 57.15 descubrimos la naturaleza de Dios mismo como un alquien trascendente, alto, sublime, eterno y santo. Pero también descubrimos a un Dios cercano, presente, personal, intimo y vivo.
y lo más pequeña posible para atender cara a cara a cada persona» ¿ Se animará usted a expresar la naturaleza de Dios ?
Oración: Señor, que pueda expresar al mundo la naturaleza de un Dios cercano, presente, personal, intimo y vivo acercándome en este día a una persona que necesite de ti. Guíame a hacerlo.