Distintas iglesias utilizan diferentes métodos de ofrendar para misiones. Algunas, por ejemplo, sólo dan una ofrenda cuando las visita un misionero que trae un mensaje o un informe, hace una apelación y despierta en la congregación el deseo de dar. Otras, designan un porcentaje fijo de las entradas totales, lo cual es importante pues quiere decir que las misiones figuran con una parte del presupuesto total. ¿Serán suficientes estos recursos para los misioneros?
Se ha objetado que ofrendar para las misiones sobre una base matemática no inspira mucho al dador y hace perder muchas bendiciones. Otros han dicho que las misiones son demasiado grandes para que figuren sólo como un ítem en una lista de gastos y salidas que se lleva la mayor parte de lo recaudado.
Otro método es el de las iglesias que designan un domingo del mes para recibir una ofrenda con destino a un misionero. Y así podemos enumerar varias formas más…
Hay otra manera de ofrendar, que reúne los mejores elementos mencionados, ha sido usada por muchas iglesias y ha dado excelentes resultados. Algunos sugieren que el autor fue el propio apóstol Pablo en 2° Corintios 8 y 9.
Se trata de la “Promesa de Fe”. Es el compromiso voluntario de una persona de dar regularmente una cantidad de dinero para un fondo misionero, durante un año. El dador es desafiado a orar a fin de decidir la suma que va a prometer. La promesa se hace directamente a Dios, por lo tanto ninguna persona le reclamará su cumplimiento. Es un compromiso entre el dador y Dios.
¿Ud. ya ha participado de la aventura de hacer una «Promesa de Fe» para las misiones? Dios le permitirá descubrir el gozo de ser parte activa, directa y constante de llegar hasta lo último de la tierra.